martes, 4 de agosto de 2009

Mucha lluvia invisible

Mucha lluvia invisible empuja la flor hacia arriba
pero ella sólo atiende a la raíz:

la obediencia se ha instalado como un puente que se estira
y se encoge sin dolor

¿Por qué el amor ha de violar fronteras?

Fuera empieza a amainar el chaparrón
La flor ha vivido lo suficiente
para saber por dónde se entra y por dónde se sale

El día tiene todavía una segunda parte
que se llama tarde

La flor que está empezando a florecer
descansa ahora su peso sobre el talle

La profundidad no va hacia abajo
sino hacia adentro

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