
El señuelo
Si ignoras el poder del señuelo
corres el riesgo de perder los colores
Una y otra vez nacido
el sol da vestidos de los que ni se tejen ni se hilan
pétalos que besarías se inclinan sobre el suelo:
no hay ojos aquí
no hay bocas entre la emoción y la réplica
Para atraer a los polenizadores
flores tardías se agrupan
en una sola flor:
tacos de reina
espuelas de caballero
la flechilla del coirón se entierra
mientras gira como un tirabuzón
El amor
ladrón de néctar cavando túneles
para hacer el camino más corto
Aquí en la tierra
Aquí en la tierra
somos el uno para el otro:
cuatro patas en el aire al mismo tiempo
galopes
saltos congelados
Deberíamos dejar de lado cualquier intento
que implique dilación:
el perdón llega después
nunca antes
Para lavar los pecados que en ellos cometa el mundo
ha de haber siempre niños
sumergiendo las manos hasta las muñecas
Su canto:
un cántico del paraíso
el plácido estanque donde su Señor se deleita
no como un dios
sino como un niño que podría ser un dios
Hace falta valor
Hace falta valor para arrancar una flor
que lo esté mirando a uno de frente
¿Era necesario arrancar esa flor?
Lo innecesario es el pudor
parece decir sumergida hasta el cuello
en el vaso que aumenta el grosor de su tallo
Como si nunca hubiera sido testigo de la flor en su planta
la luz del sol poniente se rompe en el vidrio del vaso
con más fuerza que la que el mismo sol irradia
Hay que cerrar los ojos ante semejante vehemencia:
dejar que entre en uno y que salga de uno
Mucha lluvia invisible
Mucha lluvia invisible empuja la flor hacia arriba
pero ella sólo atiende a la raíz:
la obediencia se ha instalado como un puente que se estira
y se encoge sin dolor
¿Por qué el amor ha de violar fronteras?
Fuera empieza a amainar el chaparrón
La flor ha vivido lo suficiente
para saber por dónde se entra y por dónde se sale
El día tiene todavía una segunda parte
que se llama tarde
La flor que está empezando a florecer
descansa ahora su peso sobre el talle
La profundidad no va hacia abajo
sino hacia adentro
Entre lo que se dice y lo que se calla
Entre lo que se dice y lo que se calla
está la intención
(polvo sin agua:
no basta para dar forma)
Construir esa unión
inmovilizar esa estatua
Los árboles sueñan que se despegan de raíz
y vuelan con las hojas que el viento les arrebató
El viento convierte las hojas en sueños
las semillas convierten los sueños en plantas
¡Cállate perro!
Clama la flor quejosa
La flor siempre se queja
no escucha que todos opinan:
eres hermosa
El perro la orina
no porque la odia
sino porque la elige
Garantías
Lo sella el viento de mil maneras:
quebrando tallos y talles a mansalva
fecundando
sacudiendo
golpeando
No respeta nada
Nada ni nadie espera su respeto
Qué se puede esperar de un sujeto
que no escucha estornudar... ¡al planeta!
y si lo escucha
¡ja!
La primavera se casó con el viento
Como sea:
quién podría interpelarlo
sin recordar que el nacimiento está a su cargo
Si ignoras el poder del señuelo
corres el riesgo de perder los colores
Una y otra vez nacido
el sol da vestidos de los que ni se tejen ni se hilan
pétalos que besarías se inclinan sobre el suelo:
no hay ojos aquí
no hay bocas entre la emoción y la réplica
Para atraer a los polenizadores
flores tardías se agrupan
en una sola flor:
tacos de reina
espuelas de caballero
la flechilla del coirón se entierra
mientras gira como un tirabuzón
El amor
ladrón de néctar cavando túneles
para hacer el camino más corto
Aquí en la tierra
Aquí en la tierra
somos el uno para el otro:
cuatro patas en el aire al mismo tiempo
galopes
saltos congelados
Deberíamos dejar de lado cualquier intento
que implique dilación:
el perdón llega después
nunca antes
Para lavar los pecados que en ellos cometa el mundo
ha de haber siempre niños
sumergiendo las manos hasta las muñecas
Su canto:
un cántico del paraíso
el plácido estanque donde su Señor se deleita
no como un dios
sino como un niño que podría ser un dios
Hace falta valor
Hace falta valor para arrancar una flor
que lo esté mirando a uno de frente
¿Era necesario arrancar esa flor?
Lo innecesario es el pudor
parece decir sumergida hasta el cuello
en el vaso que aumenta el grosor de su tallo
Como si nunca hubiera sido testigo de la flor en su planta
la luz del sol poniente se rompe en el vidrio del vaso
con más fuerza que la que el mismo sol irradia
Hay que cerrar los ojos ante semejante vehemencia:
dejar que entre en uno y que salga de uno
Mucha lluvia invisible
Mucha lluvia invisible empuja la flor hacia arriba
pero ella sólo atiende a la raíz:
la obediencia se ha instalado como un puente que se estira
y se encoge sin dolor
¿Por qué el amor ha de violar fronteras?
Fuera empieza a amainar el chaparrón
La flor ha vivido lo suficiente
para saber por dónde se entra y por dónde se sale
El día tiene todavía una segunda parte
que se llama tarde
La flor que está empezando a florecer
descansa ahora su peso sobre el talle
La profundidad no va hacia abajo
sino hacia adentro
Entre lo que se dice y lo que se calla
Entre lo que se dice y lo que se calla
está la intención
(polvo sin agua:
no basta para dar forma)
Construir esa unión
inmovilizar esa estatua
Los árboles sueñan que se despegan de raíz
y vuelan con las hojas que el viento les arrebató
El viento convierte las hojas en sueños
las semillas convierten los sueños en plantas
¡Cállate perro!
Clama la flor quejosa
La flor siempre se queja
no escucha que todos opinan:
eres hermosa
El perro la orina
no porque la odia
sino porque la elige
Garantías
Lo sella el viento de mil maneras:
quebrando tallos y talles a mansalva
fecundando
sacudiendo
golpeando
No respeta nada
Nada ni nadie espera su respeto
Qué se puede esperar de un sujeto
que no escucha estornudar... ¡al planeta!
y si lo escucha
¡ja!
La primavera se casó con el viento
Como sea:
quién podría interpelarlo
sin recordar que el nacimiento está a su cargo
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